Si me agregas hablame, pero no me pidas que te enseñe
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16 oct 2007


Yo de pequeña era feliz (Una historia de ana y mia)
Yo de peque era una niña feliz, con amigos, familia, era la niña perfecta, cariñosa y alegre, siempre sonreía. Mi vida transcurría entre el colegio los días de diario y un pueblecito de la sierra donde teníamos una casa compartida entre mis tíos y mis padres. En el colegio me lo pasaba bien, tenia amigos y era la defensora de los marginados, si a Ana “la alta” la insultaban, allí estaba yo para defenderla, si se metían con Nerea “la gorda” yo jugaba con ella. En los recreos de la hora de la comida yo me iba al parque infantil con los peques para cuidarlos (siempre me gustaron los niños). En fin no tengo malos recuerdos del colegio, ni siquiera cuando cogí peso, supongo por que Nerea pesaba más que yo y a mi no me insultaban. En el pueblo me sentía libre, podías hacer lo que quisieras sin peligro de coches, gente peligrosa... es una aldeita pequeña de nos mas de 50 habitantes. Allí también tenia amigos y a mi prima Maria, tres años mayor que yo y una de las personas mas importantes para mi, la consideraba y considero como la hermana que nunca tuve. Durante años deseaba que llegara el viernes para ir al pueblo, para corretear, jugar con los perros, con mis amigas, bañarme en el río, para ver a mi prima. Pero todo cambio, con 11 años (supongo, por que tengo muchas lagunas de mi adolescencia, mi mente ha conseguido olvidarla) como decía, con 11 años empecé a desarrollarme, mis pechos crecieron, y empecé a tener curvas de mujer, y como no, a engordar.Ay empezó el problema, de mi grupo de amigos, “el grupo de los pequeños”, fui la primera en desarrollar, y el infierno empezó. Lo típico, los chicos hablaban de mis tetas, era la novedad, una de sus amigas, a una de las que consideraban como ellos menos por el hecho de no tener cola, estaba cambiando, tenia pechos!!!! Imaginaos lo que es eso para crios de 11 y menos años (yo era de las mayores del grupo). Las chicas por su parte tenían envidia, me miraban mas a mi que a ellas, y según ellas me ponía algodones. Yo pasaba un poco de todo, pero los insultos fueron a mas cuando mi peso aumento, el culo creció, barriga... y encima ya no podía correr como antes y jugar con ellos. Todo el mundo me decía que como estaba gorda no podía respirar. Años después me diagnosticaron asma. En un principio no me afectaban mucho, no era la única a la que se insultaba, y me meto en el saco, yo también lo hacia, Ana “la conejo” tenia los paletos grandes (con la que mejor me llevo ahora). Ya no querían jugar conmigo, solo me llamaban para jugar cuando querían un juego que tenia yo, solo me decían que iban a dormir juntas cuando no tenían casa donde dormir, para dormir en mi casa, y yo como tonta las decía que si, lo peor es que me daba cuanta de lo que hacían. Pero los insultos y desprecios llegaban de todas partes, mi prima, mi ídolo, mi modelo a seguir me decía que no me quería, que ya no era su hermana (como vivíamos juntas en el pueblo, decían que éramos hermanas) prefería como hermana a Elena, al “jefa de mi grupo” la instigadora de mis insultos, la que peor me caía, la que mas inferior me hacia sentir. Todavía recuerdo el día en que mi prima me dijo en medio de la plaza: “tu ya no eres mi hermana, ya no te quiero, quiero más a Elena, ella es mas guapa” uff ese día quise morir, sentí como si me clavaran un puñal en la boca del estomago. Los adultos también me insultaban con comentarios como: “que guapos han salido todos en este pueblo, menos este bicho raro y feo (yo) que no se de donde ha salido” me lo dijo a la cara delante “mis amigas”. Creo recordar que era la prima de Elena, acababa de tener una nena, tendría unos 30 años.Llegó un momento en el que aquel pueblo maravilloso era un infierno al que no quería ir, pero no me dejaban solo en casa en Madrid, así que me quedaba encerrada en casa asta que me obligaban a salir. Empecé a ser una niña introvertida, triste, estaba iniciando la depresión. Durante la semana me dedicaba a encerrarme en la habitación con el calefactor encendido a tope y un montón de capas de ropa no transpirantes para hacer deporte, todos los días abdominales, flexiones, ejercicios para el culo... Y parece que adelgacé (digo parece por que yo no lo veía) cuando llegaba al pueblo, los chicos me hacían mas caso. Recuerdo una anécdota tonta, en esa época echaban un programa en la tele, “uno para todas” y nosotros jugábamos a el, yo siempre era la presentadora, no quería participar por que nunca me iban a elegir la mejor, era la gordita introvertida y cortada que cada vez hablaba menos, pero un día me sorprendieron diciendo que si se podía elegir a la presentadora en vez de a las otras niñas que estaba jugando. Uff me sentí tan bien que decidí que iba a ser delgada, así que el ejercicio excesivo continuó. También empecé una dieta cada vez mas restrictiva con la que adelgacé, pronto baje dos tallas de pantalón.Un inciso, cuando todo esto empezó media entorno a 1.61 y pesaba si no recuerdo mal 58, según mi imc estaba dentro de lo normal.Por ese entonces no teníamos suficiente dinero para mantener dos casa, la de Madrid y la del pueblo, que era alquilada, así que dejamos de ir, mis tíos se compraron una casita allí y siguieron yendo al pueblo. Siempre pensé que dejar de ir a ese pueblo maldito me vino bien, ahora no lo tengo tan claro, supongo que salí de allí enferma. Mi madre cambió de trabajo por lo que ahora yo estaba sola a la hora de la comida, “el paraíso para una anoréxica”. Mi mamá me dejaba la comida hecha el día anterior, así qué cuando llegaba del instituto, metía mi comida en el triturados y lo tiraba por el WC. Durante 2 meses mas o menos (ya digo que no recuerdo mucho, ni siquiera recuerdo en que momento exacto paso eso, ni cuales eran mis amigos, ni recuerdo el instituto, que curso, que clase...nada, solo se que paso y ya esta) sigo, durante dos meses estuve a base de una manzana y un yogurt, a parte de tes e infusiones adelgazante y mucho deporte todos los días, menos los fines de semana que mis padres comían en casa y yo vomitaba todo. Tenia una casa perfecta para ello, mi pasillo era larguísimo, (corría en el) el salón donde comíamos y mis padres dormían la siesta estaba en una punta y el baño y mi habitación estaba en la otra punta, cero ruido, cero sospecha) Estuvieron a punto de pillarme dos veces, un día se me olvido tirar la comida después de triturarla al WC y mi madre la vio, le solté el rollo de que lo que me sobraba en vez de tirarlo en la basura lo trituraba y lo tiraba por el baño, se lo creyó, la otra vez fue mi padre que me pillo arrodillada junto al baño con los dedos en la garganta, le dije que tenia muchas flemas por que estaba constipada y que me daban arcadas y por eso quería sacarlas, también se lo creyó o por lo menos no me dijeron nada. (Ahora lo dudo por que hace poco hablando de estrías mi madre me dijo que las que me habían salido cuando me dio por la “GILIPOLLEZ ESA” no se me quitarían, la gilipollez esa?? Eso quiere decir que sabia que vomitaba y no comía, que me mataba hacer deporte... sabrá que lo he vuelto hacer??) Por supuesto, todo esto iba acompañado de una enorme depresión que aun sigue conmigo, todas las noches lloraba (que suerte por que ahora no puedo) me sentía mal, me odiaba, mi autoestima no estaba por los suelos por que no existía, no había ningún motivo por el que levantarme por las mañanas, me dejaba vivir, simplemente respiraba y me dejaba vivir hasta que todo acabara (así me sentía y así me siento ahora, 11 años sintiendo que no eres nada, que no debí nacer, que esta no es mi vida, simplemente me dejo vivir) En más de una ocasión me plante delante del armario de las medicinas, me conocía los efectos de todas las pastillas que teníamos en caso de sobredosis, cuales mataban y a partir de que cantidad, cuales te hacían dormir, todo. Un día di un paso más y de solo mirarlas pase a coger un montón de pastillas de muchos tipos, muchas de ellas relajantes fortísimos de mi madre, de su operación de cuello y me los tragué, pensaba mezclarlo con alcohol, pero me vinieron arcadas y vomite todo lo que me había tomado, ni siquiera para suicidarme valía, me odie tanto, tanto...Por un tiempo se me quitó la idea de suicidarme, en aquellos momentos tan malos me acorde de mi primito pequeño, de menos de un año, era un sol y lo adoraba pensé que si me iba no lo vería crecer, y pensé que si me iba yo no tendría hijos, supongo que mi subconsciente buscaba cualquier cosa para salvar mi vida. Nadie sabe nada de esto y mi familia menos. Nunca me he sentido aceptada ni gorda ni delgada por mi familia en amplio sentido, abuela, tíos, mi prima. Cuando adelgacé creo que hasta los 47 o 46 tuve mas amigos, ya era aceptada en el instituto, (aunque creo que siempre lo fui) los chicos se me acercaban, me pedían salir, incluso me eché novio, ya tenía 15 años, a punto de cumplir 16, era delgada, guapa, era una princesa. Para el exterior era feliz, simpática, con sentido del humor, siempre se me dio bien ocultar mi yo verdadero, triste y deprimido. Pero en mi familia las cosas eran distintas, mi prima mayor seguía haciéndome desprecios o eso me parecía a mi, por ejemplo, un día mi prima pequeña(1.5 años menos que yo) y yo nos compramos unas botas iguales, la mayor a mi me dijo: “que botas mas feas, te quedan fatal, que hortera eres y a la pequeña lo contrario, que las botas eran bonitas, incluso ellas se las compro también, estos desprecios eran continuos, y me di cuenta de que me odiaba. Por su parte mi abuela, me hacia sentir inferior, siempre me comparaba con Beka (mi prima mayor) ella era la niña preferida de la familia (lo sigue siendo) y yo la oveja negra descarriada, la rarita que no sonreía (con ellos no podía fingir, no se por que) que siempre estaba de morros y triste. Hay una cosa que todavía no les perdono, ellos sabían que yo vomitaba a veces después de comer, no son tontos y adelgazar así tan rápido, subidas y bajadas de peso, mareos... se nota, pero nunca hicieron nada. Se que lo sabían por que un día comiendo en casa de mi abuela con Beka, fui al baño a mitad de la comida, me sentía fatal por comer y necesitaba un momento a solas, no vomite, en casa de mi abuela, no. Cuando volví mi abuela me pregunto que si había vomitado, me pillo de sopetón, no me lo esperaba pero le dije que no tranquilamente, lo peor fue cuando mi prima me dijo mas o menos o yo entendí que no llamara la atención que todas vomitaban alguna vez en su vida la comida, me sentí fatal, sabían que era anoréxica y bulímica y les daba lo mismo, no hicieron nada. La única persona que se ha preocupado por mi problema fue Moni, mi prima pequeña, no hizo mucho, simplemente me pregunto si era anoréxica, yo se lo negué pero no me creyó y me dijo que por favor lo dejara, no es mucho pero después de la jarra de agua fría de Beka, Moni llegaba con una tolla calentita, por primera vez en mucho tiempo sentía que era algo para alguien, que importaba a alguien de mi familia, se lo agradeceré toda la vida, es la persona que más quiero en este mundo, mi prima pequeña, la que me dio su mano cuando más lo necesitaba. Siempre me he preguntado si mis padres sabían algo, ahora lo se, si lo sabían, y sinceramente ojala no me hubiera enterado, por que significa que pasaban de mi, que padres sabiendo que su hija en ana y mía (para abreviar) no hacen nada???Al echarme novio mi autoestima subió un poco, me sentía mejor conmigo misma y mejore un poco, aunque algo tuvo que ver el vomitar sangre, me asuste y decidí apartar un poco de mi vida a ana y mia ( hasta hace unos meses no sabia que se llamaba ana y mia a esta enfermedad, ni me metía a foros para hablar con otras chicas y chicos, durante mucho tiempo lo he llevado en secreto, sin tips ni ayudas de ningún tipo).No engorde mucho, un par de kilos, seguí usando una 36 y en ocasiones una 38, pero no me importaba, después de mucho tiempo podía decir que la vida me sonreía, tenia un grupo de amigos muy unido, tenia novio y algún que otro amigo detrás de mi, eso sube el animo. Pero la depresión seguía allí, cuando me quedaba sola en la habitación por las noches, todo volvía y cada vez peor, me daban crisis de ansiedad por cualquier cosa y estaba muy agobiada, necesitaba soltar mi rabia, mi odio hacia mi. La manera la encontré en una peli donde una chica se auto lesionaba, no se como empecé a cortarme en los brazos, nada grave, pero cortes a la fin. Me hacían sentir bien, me desahogaba, me sentía mejor, sentía que podía controlar mi cuerpo, el dolor y como no eran profundas, no solía hacerme sangre, las marcas terminaban desapareciendo. De vez en cuando recurría a mia, no tanto para adelgazar sino como castigo cuando me sentía mal por haber comido, por haber engordado...Después del insti me plantee presentarme al ejercito, estudiabas y trabajabas a la vez y bueno la universidad... nunca quise ir, nunca me vi con la capacidad de ir a la universidad, yo pensaba, “allí son listos, hay mucha gente nueva, yo nunca podré parecerme a ello”. Así que me metí a un gimnasio para preparar las pruebas físicas a la vez que me puse otra vez a dieta. También hice la selectividad, mi madre se empeño, me dijo que probara, que si suspendía no pasaba nada y si aprobaba pues mejor, y aprobé. Necesité un año para decidirme por el ejercito o la universidad, elegí la segunda. Cuando deje el gimnasio había engordado 3 kilos, pesaba 56 kilos, me volví a obsesionar pero me convencieron de que eran de músculo, no grasa, y la verdad es que usaba la misma ropa.Ese verano, justo antes de hacer selectividad recibí una carta de mis amigos del pueblo, con una foto de ellos, me pedían que volviera para las fiestas de ese año y después de mucho pensármelo y de que mi prima Beka me convenciera (ella se había ido a vivir con su novio, y volvía a ser ella, cariñosa y atenta conmigo) finalmente accedí, no me atrevía a ir sola y convencí a Mony para que me acompañara. Nunca había estado tan nerviosa, si en parte accedí fue por que pensaba que si volvía a ese pueblo maldito que tantas ganas tenia de volver a ver (es precioso y engancha) y volvía a mirar a la cara a todos los que hicieron de mi vida un infierno me demostraba a mi misma que había superado mi enfermedad, que era capaz de enfrentarme a mis fantasmas. Estaba harta de huir de mis problemas. Un día antes de las fiestas me presenté allí, lo recuerdo como si fuera ayer, Patry lloraba, fue a la primera que conocí cuando yo llegué, nos llevamos 6 años solo tenia 6 años cuando yo me fui y la recordaba como mi amiga de juegos, la que nunca me insulto o por lo menos no lo recuerdo, mi mente es muy selectiva. Estaba todas y nos abrazamos, el primer paso lo había superado, estaba en el pueblo y había mirado a las chicas a la cara, entre ellas Elena, ya no había rencor. Ahora me tocaba ver a los chicos, esos que se rieron tanto de mi, los que hacían dibujos de mi en forma de gorila con tetas caídas, no he conseguido borrar esa imagen de mi cabeza. Estaban con los preparativos de las fiestas, limpiando la fuente, pronto a casi todos, no habían cambiado mucho, la misma cara pero mas altos y algunos mucho mas guapos. Todo fue bien y continué yendo casi todos los fines de semana. Me aceptaban, era delgada, incluso me lié con dos de mis antiguos amigos. Estuve 4 años visitando mi pueblo asiduamente, y sin problemas con ana y mia la mayoría del tiempo, pero sin darme cuenta y ayudada por una lesión de rodilla engorde como nunca, después de 4 años del regreso con 56 kilos pese 68 o 69, una verdadera foca.En la universidad, de maravilla, es lo mejor que me ha pasado en la vida, no por mi carrera, si no por la gente que he conocido, he madurado y he conseguido amigos de esos que duran para toda la vida, o eso espero. Ahora sigo en la universidad, pero todo ha cambiado, mis amigos siguen ahí, son como hermanos a los que engaño. Durante 2 meses mas o menos no he podido parar de vomitar, no se por que empecé de nuevo, pero lo hice, se que aumento mi depresión, mi desprecio a mi misma, mi odio... En las ultimas semanas casi no comía pero igual lo vomitaba. Ahora llevo unos días que no vomito o por lo menos de seguido, pero no como y voy a seguir así. Los cortes también han vuelto, y mas continuos y mas profundos. Ya no me corto en los brazos, ahora mis pies y tobillos están llenos de marcas, de líneas fijas que me recuerdan lo poco que soy. Ahora peso 59, 10 kilos menos que hace tres meses y todavía me quedan otros 10. Me dicen que he adelgazado mucho, que se nota, que me quede como estoy, pero no quiero parar todavía. Tengo que volver a entrar en mi ropa de hace años que tengo guardada. No se si sospecharan algo, como la otra vez no dijeron nada... alguna vez me han dicho que tenga cuidado no caiga enferma, pero ¿quien va ha pensar que una chica de 23 años, con la cabeza bastante bien amueblada, responsable y coherente puede estar matándose por ser mas delgada? No? Si lo de hace unos años, esa “gilipollez” esa un capricho de cría... es triste pero verdadYo nunca me había metido en las paginas pro-ana y mia. Ni siquiera conocía su existencia. Ahora necesito meterme en ellas, necesito hablar con chicas y chicos como yo, aquí he encontrado gente como yo, que me entiende y que no me tacha de loca. Yo no busco tips, son muchos años, ya me los conozco. Lo que me da tristeza son nenas que escriben “quiero ser ana, ayúdenme” no o entiendo, quieren ser anoréxicas, quieren ser enfermas, desmayarse cada dos por tres, vomitar sangre, joderse el estomago para toda la mida y sumirse en una depresión cada vez mas profunda de la que no creo que sea posible de salir. Esta puta sociedad es muy triste.Esto lo empecé a escribir hace unos meses, necesitaba recordar algunas cosas, y me he dado cuenta de todo lo que mi mente ha decidido olvidar. No tengo nada claro las fechas, cuando paso todo, simplemente se que paso pero no se en que momento, en que curso del instituto, incluso solo recuerdo en primer día que vomité y un par de días mas, de los demás no me acuerdo, y fueron muchos mas, no recuerdo si me costaba tanto disimular mi tristeza como ahora, no recuerdo si se lo conté a mis amigas, pero en mi diario escribí hace tiempo que mis amigas me estaban ayudando. Solo se que mi vida es una mierda, que no se si lo que hago tendrá un fin que merezca la pena, si saldré bien de esto, si se enteraran o no, si moriré o no, pero me da lo mismo, no me importa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A picar te ponia para que espavilaras un poco, emo de mierda.
Ya dicen ya...que un par de ostias en su momento pueden quitar mucha tontería.
Será que hay gente que no lo pasa peor que tú en este mundo, caprichoso/a.

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